Otro bombardeo más. Otro atentado
más. Otro tiroteo más. Otra mujer asesinada más. Qué impotencia.
Cada vez que me entero de alguna
noticia de este tipo se me revuelven las tripas. Me desespera no ser capaz de
comprender por qué. Qué impulsa a un ser humano a decidir acabar con la vida de
otro ser humano. Qué pasa por su cabeza para encontrar un motivo que considere
suficiente para ser capaz de matar a otras personas. Por qué no pueden controlar
ese instinto de animal depredador que elimina a quien amenaza su físico, su
moral, su pensamiento, su creencia, su orgullo o cualquier otro motivo
totalmente absurdo. Y me da pavor escuchar que la respuesta será contundente y
que los culpables serán perseguidos y castigados. Eso sólo genera más
violencia.
Además vivimos en una sociedad en
la que se fomenta la violencia en películas y series de televisión. A veces,
hasta pagamos por verlo. Se promociona la muerte de los demás y hasta se justifica
en muchos casos. Se presenta incluso como heroicidades, como actos del bueno
contra el malo. Es un punto de vista tan primario…
Me entristece pensar que es algo
intrínseco al ser humano, como parte de nuestra naturaleza más primitiva y
violenta. Si esto es así, no valen argumentos, ni rezos, ni conferencias de
paz, ni campañas de concienciación.
Al final, en algún momento, algún ser
humano olvidará cualquier explicación racional y se dejará llevar por su
instinto. Será más fuerte que todos los pensamientos y hará caso a algo que no
puede controlar. Y habrá una nueva noticia de este tipo.
Es de locos.