Estoy harto de minutos de silencio. Harto de concentraciones
de repulsa. De banderas a media asta. De vigilias con velas. De expresiones de
condena. De palabras huecas. De reuniones infructuosas. De guerras preventivas.
De bombardeos selectivos. De edificios destrozados. De daños colaterales. De
noticias al otro lado de la pantalla. De muros intolerantes. De cifras de
refugiados que no paran de crecer. De odios nunca superados. De seres humanos
que no respetan a otros seres humanos. De fotografías impactantes. De niños
llorando. De madres llorando. De padres llorando. De miradas perdidas. De
muertos inocentes. De muertes indecentes. Estoy harto.