Huellas en la arena de
una playa sin mar.
Cenizas de una hoguera
que murió.
Recetas de cocina sin una
pizca de sal.
Canciones que sólo el
espejo recitó.
Libros de aventuras que
no tienen final.
Noches en vela sin luna
ni sol.
Mañanas de silencio al
despertar.
Dioses que hipotecan su
perdón.
Sombras sin un dueño al
que espiar.
Juegos en tableros de
cartón.
Nombres que no se pueden
ni nombrar.
Almas vagando alrededor.
Palabras que el viento no
se quiere llevar.
Amantes huérfanos de
pasión.
Hijos sin regalo en
Navidad.
Heridas que sólo el
destino decidió.
Caminos por los que no se
puede regresar.
Tormentas de reproches
sin control.
Tostadas untadas de
verdad.
Pecados que el santo
confesó.
Risas que se camuflan
entre la soledad.
Lágrimas que simulan
emoción.
Errores reiterados al
errar.
Permisos para volar sin
dirección.
Danzas sin música, nada
que bailar.
Vacaciones en el limbo
del rencor.
Principios que nadie
quiere terminar.
Miedo a volver, donde
todo empezó.